Una de las asistentes al grupo de estudio en economía feminista compartió las primeras provocaciones de este texto de Silvia Federicci, que ha sido el seleccionado para el cuarto ciclo de este espacio de encuentro. Las preguntas que surgieron desde la primera sesión han sido guías para dar continuidad a la conversación sobre la economía, la acumulación, el capitalismo y el cuerpo de las mujeres.
Por Maritza Sánchez Hernández
De la lectura de las primeras páginas de Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, el libro con el que emprendimos el cuarto ciclo del grupo de estudio en economía feminista de Confiar, varias cosas me resuenan por identificación, por coincidencia en las preocupaciones que más despiertas tengo en estos tiempos y por constante interpelación. Por coincidencia, me resuena la mención de Silvia Federicci a los sujetos femeninos que el capitalismo no ha podido destruir: entre la hereje y la mujer obeah que envenenaba la comida del amo e inspiraba a los esclavos a rebelarse, enuncia a la mujer que se anima a vivir sola. Es imposible leer una obra de esta autora sin sentir que en muchos pasajes le está hablando al oído a una, la está acompañando e impulsando a seguir con la resistencia frente a esos patrones convencionales de supuestos modos correctos de vivir y pertenecer a una sociedad, o lo que se me ocurre, es más o menos lo mismo, nos anima a persistir en la herejía.
Por coincidencia en las preocupaciones que hoy me habitan casi como unos activos volcanes, me interesa mucho adentrarme en la lectura de Calibán y la bruja por el abordaje que la autora insinúa de los entrecruzamientos existentes entre expropiación / precarización / saqueo / intento de exterminio de las luchas activas en las clases trabajadoras y, cómo no, violencias, y lo que percibo también como intento de exterminio, de las mujeres, de nuestras luchas, de nuestras fuerzas distintas a la única que le interesa al capitalismo y, claro está, al patriarcado: la capacidad reproductiva en función de la ampliación de la fuerza de trabajo, alimentadora a su vez de la maximización de utilidades y la acumulación de capital de esas contadas familias y corporaciones en el planeta.
Por constante interpelación, me queda resonando en este arranque de la lectura esa clave temporal en la que recibimos la invitación a revisar conceptos y planteamientos pasados tan desafortunadamente vigentes y conectados en presente, ojalá no tanto en tiempo futuro: la llamada acumulación primitiva no es una cosa de vieja data, sigue viva en tanto se siguen omitiendo día tras día esas tres erres: reconocer, redistribuir y reducir los trabajos del cuidado que recaen mayoritariamente en los cuerpos e historias de las mujeres. Esos trabajos de cuidado obligados, y ese mandato de la reproducción que debemos atender sin duda alguna las mujeres como libreto tradicional, patriarcal y capitalista, es un fenómeno tan cruel y mezquino como la desaparición y como el desplazamiento forzado: se siguen cometiendo una y otra vez, todos los días, mientras no haya noticias de justicia, ni verdad, ni reparación.
Por último, uniendo algunas de estas puntadas que me resonaron al leer la introducción y estos dos primeros capítulos, pensaba, la parafraseaba (y probablemente ya muchas lectoras y personas estudiosas de Federicci han pasado por este mismo lugar) que eso que llaman amor, al ser trabajo no pago, es simple y llana esclavitud, es explotación, es saqueo continuo de nuestras subjetividades y vidas, es un permanente intento de exterminio.
___________________________
Maritza es comunicadora social, periodista, feminista. Interesada por la convergencia entre narrativas, tecnologías y formatos de comunicación que sumen a la reducción de desigualdades, difusión y protección de los derechos humanos. Creadora de Ancestra: una disculpa para hablar sobre derechos dentro y fuera de internet con mujeres campesinas y poblaciones diversas. Gestora de cultura digital y estrategias de radio educativa en la Universidad de Antioquia. Creadora de contenidos sonoros con Lo Doy porque Quiero, radiolibre.cc y Manzana Radio.
Me parece una excelente ayuda para las mujeres emprendedoras q queremos emprender nuevos proyectos para nuestras vidas. Muchas gracias.