Como defensoras de derechos humanos de las mujeres y del territorio, sobreviviendo a la guerra y convirtiéndose en constructoras de paz, la Organización Femenina Popular OFP inauguró en Barrancabermeja la primera Casa de la Memoria y los Derechos Humanos de las Mujeres del Magdalena Medio.
Por Angie Carolina Cardona
Desde hace 47 años la Organización Femenina Popular OFP (organización de mujeres más antigua de Colombia) ha defendido los derechos humanos de las mujeres en el Magdalena Medio: un territorio atravesado por el conflicto armado, y con confluencia de intereses económicos y políticos debido a su ubicación geográfica estratégica y al desarrollo de economías extractivas alrededor del petróleo y las hidroeléctricas principalmente.
Durante su existencia, la OFP se ha dedicado a dignificar la vida de las mujeres y sus derechos humanos reconociendo que la violencia en contextos de guerra tiene lógicas e impactos diferenciados sobre ellas; a estas dinámicas las mujeres han respondido con solidaridad y organización para la recomposición del tejido social de sus comunidades. En este contexto el pasado 25 de julio, la Organización Femenina Popular -integrada por más de dos mil mujeres en ocho municipios del Magdalena Medio- inauguró en Barrancabermeja la Casa de la Memoria y los Derechos Humanos de las Mujeres, siendo el primer espacio de la memoria histórica de las mujeres y con perspectiva de género en Colombia.
Este espacio «recoge fundamentalmente el contexto y las conflictividades del territorio, la historia del movimiento social de la región, los hechos victimizantes que han ocurrido en el marco del conflicto y los procesos de movilización de las mujeres para dar cuenta de sus experiencias de dignidad, empoderamiento y resistencia» expresó la Subdirectora de la Casa de la Memoria, Laura Serrano Vecino.
De acuerdo con Yolanda Becerra Vega, Directora Nacional de la Organización Femenina Popular «esta casa de la memoria es la posibilidad de caminar la paz en los territorios, es poder hacer una reparación colectiva a las diferentes dimensiones del daño causado por los actores armados; en este proceso tendremos dos caminos muy importantes: la politización y la despatriarcalización de la memoria porque sabemos que el papel de las mujeres en la historia siempre ha quedado opacado, no se les reconoce como sujetos políticos y protagonistas de las alternativas de paz en sus territorios».
La perspectiva de género en la Casa de la Memoria
La memoria histórica hace referencia a recuerdos y olvidos compartidos que se producen en tiempos y espacios específicos, y las mujeres como grupo social han sido excluidas del poder y de los recursos para hacer parte de las memorias y de las historias oficiales. De hecho las narrativas históricas de las sociedades y sus patrimonios «lo que se hereda del padre», suelen reflejar las experiencias de los hombres en monumentos, infraestructuras y otros bienes que poco dan cuenta de los lugares sociohistóricos y las realidades de las mujeres.
Para el caso del Magdalena Medio, las mujeres han ocupado otros espacios y roles a los que tradicionalmente han sido asignadas, se han insertado en la vida cultural y política de la región trascendiendo sus situaciones de víctimas, viudas o madres y convirtiéndose en protagonistas de sus historias y en agentes de transformación social.
De allí la importancia de una Casa de la Memoria con perspectiva de género, pues muestra de forma diferenciada cómo las mujeres desarrollaron estrategias para reconstruir el tejido social fracturado por la guerra, a través de formas materiales y simbólicas como las Casas de la Mujer -abiertas desde el año 2000 en diferentes municipios-, que han sido lugares de refugio humanitario en contextos de agudización del conflicto armado junto a las consecuencias que esto trajo para la población.
En estos contextos las Casas de las Mujeres fueron territorios en disputa que varias veces intentaron ser apropiados por los actores armados, en efecto, en el 2001 fue destruida una de las casas de Barrancabermeja, y sus escombros, desaparecidos. Por eso la importancia de materializar una Casa de la Memoria y los Derechos Humanos de las Mujeres, que se convierte en la casa central de la OFP y que es un espacio para la reparación colectiva, la sanación, la transformación y la continuidad del proyecto político liderado por la OFP: defender la vida y los derechos humanos de las mujeres, en un momento en donde es necesaria la construcción de paz.
La experiencia que ofrece la Casa de la Memoria
A través de narrativas visuales, auditivas, gráficas, fotografías y cantos, quienes visiten la Casa de la Memoria podrán entender el surgimiento y consolidación de la lucha femenina popular en la región, el contexto del Magdalena Medio, los daños ocasionados por el conflicto armado y la historia de resistencia de la Organización Femenina Popular.
De acuerdo con Silvia Yáñez Moreno, Directora de la Casa de la Memoria «la casa museo es una reivindicación de lo femenino y está escrita desde el ser mujer en sus múltiples formas que se narran a partir de 6 ejes temáticos: ser mujer popular de la OFP, ser una con el territorio, ser víctima, ser sujeta política, ser sobreviviente y ser constructora de paz. A partir de estos ejes narrativos se da cuenta de las dinámicas espacio temporales y las conflictividades que se viven.También se da cuenta de los múltiples daños que sufrieron las mujeres de la organización, cómo han sobrevivido a estos y se han convertido en mujeres constructoras de paz».
Lorena Cabnal, feminista indígena del pueblo Xinca-maya e invitada a la inauguración, considera que «la Casa de la Memoria de las Mujeres en Colombia es un espacio para dignificar las memorias históricas de las mujeres a través de formas de organización histórica como la Organización Femenina Popular, con esta trayectoria impresionante de 47 años, y que muestra cómo han confluido momentos históricos de mujeres y cómo a través del tiempo hay una narrativa política, visual, auditiva que puedes acompañar en el recorrido de este espacio. Te hace también pensar y sentir respecto de los aportes de las mujeres en el mundo para que ojalá otras organizaciones o experiencias en otros lugares como Guatemala por ejemplo, que hemos vivido procesos de guerra contra insurgente, también traigamos esos espacios de dignificación de las memorias de las mujeres».
La Casa de la Memoria y los Derechos Humanos de las Mujeres está ubicada en la Carrera 22 # 52B – 36 Torcoroma – Barrancabermeja.
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