Cultura

Papás que quieren, papás que cuidan

Por 17 agosto, 2020 agosto 20th, 2020 Sin comentarios

Foto del Bazar de la Confianza

El Día de las Masculinidades por la Equidad de Género se celebra el 19 de agosto. Un día para transformar ese modelo masculino instaurado socialmente. Las paternidades más responsables se hacen necesarias para ese cambio cultural.

Socialmente, el padre se ha visto como un proveedor de recursos económicos, es decir, el que lleva la papita a la mesa. Mientras la mamá es quien se encarga del cuidado de los hijos y hace que todo funcione bien en el hogar. Estas ideas sobre lo que debería ser una persona y qué lugar deberían asumir dentro de las familias según su género están mandadas a recoger. La paternidad encarna otro rol dentro de las familias y sobre esto queremos hablar en este artículo. Dentro de nuestras casas se construyen los valores y las disposiciones personales para salir a enfrentarse a la sociedad.

El cuidado de los hijos es muy importante para su relacionamiento con el mundo exterior. Sin embargo, ese acompañamiento y trabajo, porque es un trabajo, se ha entregado culturalmente a las madres. Ellas triplican su jornada laboral para encargarse del trabajo doméstico y apoyar educativa y emocionalmente a su familia. Los hombres, ausentes en las tareas de la casa y desentendidos del contexto social y personal de sus familiares, argumentan su descuido con una normalizada masculinidad, con las hormonas para cargar el mercado y la libertad para no barrer ni trapear.

A propósito de esa normalización se vienen proponiendo algunas discusiones sobre asuntos que buscan transformar los roles de género. Uno es el aumento de la licencia de paternidad para la corresponsabilidad del cuidado de los hijos, en donde también se plantea que las empresas tienen un papel decisivo para que esta licencia sea real. Otro es el encuentro emocional con las personas con las que se habita y con uno mismo y, por último, el cuidado del hogar.

Estudios sobre el estado de la paternidad en América Latina, realizados por MenCare y Promundo Global, nos hablan de cómo se distribuyen las tareas del hogar y cuánto tiempo le dedican para realizarlas. En Colombia las mujeres dedican 33 horas de trabajo no remunerado durante la semana, mientras que los hombres solo usan 7 horas de su tiempo para estas tareas. Los hombres ocupan más tiempo del trabajo remunerado diariamente, pero las mujeres destinan de 6 a 23 horas más que los hombres al trabajo remunerado y al no remunerado semanalmente. 

En este ejercicio de pensar otras formas de la paternidad, escuchamos a padres de familia que se han tomado muy en serio su papel de cuidadores. En conversación con Carlos Serna, historiador y papá de Juana, que tiene cinco años, nos cuenta qué considera una buena crianza: “una crianza para la libertad. Cuestionar la autoridad y cómo se vive y se manifiesta esa autoridad. Cada paternidad es un mundo y hay que evitar los esencialismos de lo que significa ser buen padre. Crianza para la autonomía, para la felicidad, para la dignidad”.

En el mes julio, en Colombia, el proyecto de licencia parental compartida pasó su segundo debate en el Congreso de la República. Este proyecto busca que la licencia paternal pase de ocho días a ocho semanas, procurando así que los hombres tengan más tiempo para el cuidado de recién nacidos. Esto aún no responde a todas las peticiones sobre la responsabilidad mutua del trabajo del cuidado y el trabajo doméstico, porque las mujeres, madres tienen una licencia de 18 semanas y sufren además un nivel fuerte de discriminación durante este periodo, pero es un paso más para destruir esa desigualdad. Hay que tener en cuenta que al proyecto le faltan dos debates más para ser aprobado en la Cámara de Representantes.

En cuanto a datos, según investigadores de la Universidad de la Sabana, en Chía, Cundinamarca, el 27% de los niños en el país se van a los hogares de sus padres (hombres) después de una eventual separación. Sin embargo, cuando un padre lleva a sus hijos a vivir con él, suelen ser otras personas las que se ocupan de la crianza de estos: una tía, una abuela, una nueva pareja. Este mismo estudio indica que sólo el 3% de estos padres se encarga comprometidamente del cuidado de los hijos. 

Se ha vuelto común escuchar que los padres evaden su responsabilidad económica y emocional con sus hijos después de terminar una relación sentimental. En 2019, la Fiscalía recibió 60.990 denuncias por inasistencia alimentaria en Colombia, es decir, 167 casos diarios. Esto evidencia otra faceta de la desigualdad entre hombres y mujeres, pues implica para ellas, las madres, más trabajo no remunerado, pero además, mayores demandas económicas que las obligan, en muchos casos, a trabajar en condiciones precarias. ¡Eso tiene que cambiar!   

Geovanni Celis Rangel, médico, cocinero y papá, considera que el modelo de sociedad en el que vivimos ha puesto al hombre como el amo y señor de la casa y “que cumple con el rol principal de ejercer, en nombre del patriarca, la responsabilidad sobre la propiedad privada, la familia y las mujeres”. También pone al hombre como la autoridad, la mano firme y el que pone el orden, quitándole espacio para lo afectivo. Involucrarse desde la infancia con un hijo seguramente va a generar impactos positivos en la construcción personal de estos. Hoy, alrededor del 80% de los hombres en el mundo están cercanos a convertirse en padres y muchos más tienen una conexión cercana con un niño, por ende, el cuidado paterno debe participar activamente de la salud mental y reproductiva desde la crianza.

Tener un papá que participa en las labores de cuidado del hogar hará que los hijos varones encuentren una figura positiva que impacte en la construcción de su masculinidad mientras crecen y que le demuestre el valor de compartir el trabajo no remunerado. Y para las hijas esto tendrá efecto en las comprensiones que desarrollen sobre las relaciones entre hombres y mujeres, les permitirá mayor empoderamiento y autonomía.

Es muy fácil ser un papá ausente, desentendido y acomodado a unas dinámicas de vida que lo seguirán desprendiendo de las labores domésticas y de cuidado. Pero creemos en una nueva forma de convivir con los otros, en padres que quieren ser mejores y más funcionales para cualquier hogar.

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