Por Angie Carolina Cardona
Aquelarre Escuela de Mujeres es una iniciativa pedagógica de comunicación radial que a través de la educación popular busca narrar historias de gente del común, que lucha y se supera. Con enfoques narrativos éticos, construyen relatos sonoros que resaltan sus conocimientos y estéticas propias. Actualmente hacen parte de los En-claves Juveniles Territoriales de la Fundación Confiar.
El proyecto se crea hace dos años, con la idea de formar una escuela de comunicación radial hecha desde las mujeres, para la sociedad. En un principio trabajaron la línea de Mujeres Constructoras de Paz; pero su incomodidad frente a las violencias de género y los feminicidios hizo que surgiera Aquelarre, en especial para reconocer las luchas de las mujeres.
La Escuela de comunicación radial, en el fondo lo que plantea es el «fortalecimiento de los vínculos comunitarios, que emerjan solidaridades, que la gente que llega acá sepa que es poderosa y que sus saberes son importantes. Además de eso trabajamos con la radio y el teatro; pero realmente la apuesta es fortalecer los vínculos y poner en práctica el cuidado y el autocuidado, para dar respuesta a esas violencias de género y a los conflictos de nuestra sociedad», así lo manifiesta Julio Palacios, integrante del proceso.
La producción radial es una excusa y una herramienta pedagógica e investigativa. Las integrantes cuentan sus historias y las de sus familias, y colectivamente las convierte en programas radiales. La ética en la comunicación es un elemento que las caracteriza, al respecto señalan: «tenemos una apuesta por la construcción de referentes propios, por reconocer que en nuestras gentes, mujeres, familias, hay historias maravillosas que sirven de ejemplo de vida para poder seguir adelante». El enfoque narrativo que se use puede sanar o revictimizar a alguie ; la apuesta ética de Aquelarre Escuela de Mujeres es la sanación y el empoderamiento de las mujeres que se unen a este proceso.
Detrás de este proyecto hay un grupo de base que trabaja desde la educación popular y comunitaria. Metodológicamente crean personajes de superheroínas y superhéroes con superpoderes, que funcionan como contenedores de las historias y las dificultades cotidianas a las que se han enfrentado las integrantes. Estos personajes ficticios, les permite afrontar dichas situaciones que hacen parte del pasado y las que se puedan presentar a futuro. Contar sus historias desde superheroínas propicia un espacio para pensar en cómo dar respuesta a las desigualdades de género, colectiva e individualmente. Superpoderes como la fortaleza, la capacidad de amar, la sabiduría, la solidaridad, la conexión con la naturaleza, entre otros por el estilo son las herramientas que las mujeres de la escuela usan para convertir sus historias en referentes de superación y empoderamiento.
Estas series radiales van acompañadas de guías pedagógicas que indican la forma de escuchar los programas, con la finalidad de que sean utilizados en talleres y por otras organizaciones, en temas de masculinidades, feminidades y demás.
El proceso más amplio en el que se enmarca Aquelarre Escuela de Mujeres, es la Corporación Memoria y Saber Popular que está próxima a cumplir diez años. También gestan espacios como Escuela de Masculinidades, de Niños y de Mayores.Han participado en varias oportunidades en el Bazar de la Confianza y estarán presentes en el próximo a realizarse en en Boyacá.
Respecto a su relación con la Fundación Confiar, ellas manifiestan sentir mucho cariño por la cooperativa. Resaltan que el apoyo que les ha brindado ha sido sobre todo muy respetuoso y tranquilo, que no ha interferido en sus procesos ni en sus agendas, y que por el contrario, les ha posibilitado seguir trabajando con otros procesos. En sus palabras «para nosotras ha sido re lindo, el apoyo de Confiar ha sido significativo porque eso nos ha permitido seguir haciendo, no solo en Aquelarre, sino potenciar y fortalecer lo que hacemos con las otras escuelas».
Las alianzas que han construido con otras organizaciones, son una de las cosas positivas que resaltan de ser En-clave juvenil territorial, esto les ha permitido tener más visibilidad, conocer otros procesos organizativos similares, ser reconocidos y hacer alianzas. Los Enclaves juveniles son una apuesta de la Fundación Confiar, que buscan fortalecer procesos pedagógicos de formación crítica de jóvenes para la transformación social y cultural de los territorios y el bienvivir.