Por Angie Carolina Cardona
Violet Jones es una mujer que se esfuerza por llevar una vida a la perfección para poder tener la pareja perfecta. Esto implica un gran trabajo porque todo el tiempo tiene la preocupación constante de mantener su cabello afro alisado y demostrar que «está tan arreglada como cualquier persona blanca». Después de una ruptura amorosa y en un ataque de frustración, Violet decide raparse su melena, posteriormente inicia un proceso de aceptación de su belleza al natural.
En las últimas décadas y más recientemente se ha producido un cambio cultural en la producción cinematográfica, hemos presenciado cómo The Walt Disney Company crea personajes de mujeres fuertes e independientes que no están a la espera de un príncipe azul como forma de realización en sus vidas; esto también ha ocurrido en las grandes pantallas hollywoodenses donde además se empiezan a cuestionar otros estereotipos que tienen que ver con roles tradicionales femeninos y con las múltiples formas de racismo hacia las mujeres negras, generando la creación de productos culturales diferentes. Nappily Ever After es una película de comedia romántica que tiene un poco de esos ingredientes. Cuenta la historia de Violet Jones, una mujer negra a quien su mamá le inculcó que debía ser perfecta para alcanzar al hombre deseado, algo como su príncipe azul, que en la película es representado por un prestigioso médico.
La perfección para Violet desde pequeña siempre estuvo asociada al alisamiento de su cabello afro, desde niña su madre le decía que ningún hombre se fijaría en ella si llevaba su cabello al natural, porque esto era sinónimo de fealdad y dejadez. Así creció Violet y se convirtió en una mujer trabajadora, con una vida planeada milimétricamente, con el trabajo perfecto, los vestidos perfectos, el cabello perfecto y por supuesto el novio perfecto.
Después de dos años de noviazgo y en el día de su cumpleaños, Violet esperaba que su novio Clint le propusiera matrimonio; sin embargo, él le regala una perra en vez de un anillo de matrimonio, Clint no estaba preparado para casarse con una mujer tan perfecta. A Violet se le derrumba su mundo y decide terminar su relación con Clint, quien en esa conversación aireada le confiesa que ella era tan perfecta que nunca se daba oportunidad para la espontaneidad y que por eso su relación parecía una primera cita que duró dos años.
Después de la ruptura amorosa, Violet en un momento de frustración se rapa el cabello y posterior a esto inicia un proceso de reconciliación interior y aceptación de sí misma para liberarse de la molesta idea de perfección, esto pasa por valorar la belleza natural de su cabello afro.
A partir de ahí empieza un camino de atreverse a ser ella misma y a no dejar que la sociedad dicte su camino, empieza a celebrar sin disculpas su cabello afro y también se libera de la necesidad de la aprobación masculina; su meta fundamental en la vida ya no es casarse sino ser una mujer libre y feliz.
La película está dirigida por Haifaa al-Mansour quien es la primera directora de cine nacida en Arabia Saudí, es abiertamente feminista y en sus películas logra reflejar las formas en que la sociedad oprime a las mujeres y las resistencias que se generan para ir en busca de sus ideales.
Sanaa Lathan quien encarna el papel protagónico de Violet Jones, hace de esta película una pieza divertida y reflexiva que nos lleva por diferentes estados emocionales pero que al final deja una sensación de calidez y superación.
La película de una manera muy digerible aborda el tema de la identidad negra a través del cabello afro, que no es una cuestión solamente estética sino de la cultura de un grupo de personas racializadas y excluidas. Aunque hoy en día hay más aceptación con los cabellos afro, el estigma y el racismo persisten.