Cultura

Un mural para recordar que somos territorios de vida

Por 10 marzo, 2021 marzo 18th, 2021 Sin comentarios

 

 

En el municipio de Támesis (Antioquia), un grupo de mujeres se juntó para mostrar, a través de un mural, que las mujeres debemos ser respetadas en todos los espacios de la sociedad. 

Por: Alejandra Morales 

El hogar juvenil de Támesis se levanta en un edificio amplio a las afueras del pueblo. Su arquitectura recuerda a las típicas casas campesinas cafeteras, pintada de azul vivaz, rodeada de zonas verdes con vista a las imponentes montañas del suroeste antioqueño. Desde hace más de treinta años ha sido el hogar de miles de jóvenes que vienen a la zona urbana a terminar sus estudios de secundaria.

Sin embargo, para muchas mujeres y niñas este edificio simboliza algo diferente, pues sus alrededores se han convertido en sitio de reunión para hombres que suelen acosar e intimidar con palabras y miradas a las que pasan por allí, por lo que muchas prefieren evitar el paso a ciertas horas. Esta situación se repite especialmente en el muro trasero del edificio que colinda con una calle estrecha y oscura, rodeada de matorrales, lo que incrementa la inseguridad.  Por eso, un grupo de mujeres decidió hacerle frente a esta situación a través del arte.

Debido a las situaciones de acoso que vivian muchas jóvenes estudiantes, Sandra Marín y Tatiana Alfonso, docentes de la  I.E Agrícola Victor Manuel Orozco del municipio, vieron la oportunidad para resignificar ese territorio y así darle un mensaje a toda la población. Con el apoyo del Cinturón Occidental Ambiental (COA), un grupo de organizaciones sociales del suroeste que trabajan por la defensa del territorio, planearon hacer un mural en ese punto.

Por medio de la convocatoria lograron reunir varios grupos de mujeres del municipio y la región, entre las que se destacan colectivos feministas, asociaciones de mujeres de la zona rural y estudiantes de las instituciones del municipio, que se dieron a la tarea de embellecer este sitio, pues con el tiempo se había tornado en un muro  abandonado y sucio.“Con esto es como dejar sentado que existimos y que nosotras, finalmente, somos una metáfora del florecer en el territorio, esa es nuestra puesta en escena acá.  Pudimos haber reaccionado de otra manera, hacer un plantón, una marcha pero decidimos actuar de otra forma y nos pareció chévere encontrarnos desde el arte”, expresa Sandra.

El mural llamado Mujer, territorio sagrado para la vida, realizado por Tatiana Mejía, una muralista que vive en el municipio, con la participación de este grupo de mujeres, representa a tres mujeres de diferentes grupos poblacionales abrazadas, asemejándose al Cerro Cristo Rey, una montaña de la zona cuya forma recuerda un seno o el embarazo de una mujer. Además, las acompañan aves autóctonas del territorio. 

La muralista, conocida como Titania, nos explicó la obra: “hicimos un símil entre la montaña que es un elemento de poder, de resistencia y la mujer, entonces lo que hice fue hacer la mujer entre las montañas y una de ellas en embarazo. También decidimos pintar dos especies de aves hembras: el torito y el toche enjalmado”.

Para ella, el hecho de que sea un mural y no otra expresión artística también tiene una razón: “un mural es un espacio que no se mueve, la gente lo tiene que buscar, no tiene horarios ni montaje, tiene otro tipo de esencia, porque es un lugar obligado para muchas mujeres, muchas personas salen por este lado a caminar, es visible. Es una esquina que pasará a la historia como un trabajo colectivo mayoritariamente femenino”.

También han aprovechado los momentos en los que se reúnen para establecer diálogos sobre la defensa de los derechos de las mujeres, ya que reconocen que en la región persisten de manera alarmante las violencias de género. Entre el año 2015 y 2016, por ejemplo, el Suroeste se configuró como la subregión más peligrosa para las mujeres en el departamento, pues en 16 de los 23 municipios hubo al menos un feminicidio, para un total de 39 en ese periodo. Desde entonces, estos casos sólo han aumentado. Las denuncias por violencia sexual también representan una situación preocupante, pues mientras que en 2017 se registraron 172 denuncias por violencia sexual, en el 2018 hubo 210 casos.

Por eso, con esta representación artística quieren dar el mensaje de que Támesis y el Suroeste son territorios sagrados para la vida y la defensa del medioambiente, y que en ese mismo sentido, la mujer debe ser ese primer territorio a cuidar y a respetar.

“Lo que se busca es cambiar un poco los colores del sector, porque yo pienso que intervenir el espacio público transforma, pero todo eso debe tener un acompañamiento y un proceso  pedagógico con la comunidad; es decir que  no debe solo pintarse y ya sino también que la comunidad sepa por qué se hizo”, expresa Tatiana Mejia. 

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