Este año usamos las gafas violetas para reconocer y visibilizar a aquellas mujeres que hacen parte de nuestra base social como empleadas, asociadas, delegadas o ahorradoras, por quienes sentimos un profundo respeto y admiración.
Las admiramos porque cuidan a sus familias, a sí mismas, a sus entornos. Porque sueñan con una sociedad en la que la igualdad y la equidad son imperativos. Porque ahorran, posibilitando así vidas más tranquilas para ellas y para quienes las rodean. Porque trabajan cada día, aquí, allá, en sus casas, en sus oficinas, en sus pequeños negocios y, cada día, son más conscientes de que su condición de trabajadoras debe ser reconocida en todos los ámbitos. Porque unen ideas, personas, grupos, miradas. Porque construyen paz con sus acciones cotidianas y con sus decisiones políticas. Porque participan en diferentes esferas de la vida pública, a pesar de las discriminaciones y los obstáculos, y trabajan para cambiar esa situación de desventaja, sumando capacidades colectivas. Porque crean y recrean esos otros mundos posibles, a través del arte, de la palabra, del encuentro. Y porque transforman las realidades que habitan y llevan su poder transformador a los espacios que comparten con otros y otras. Son muchos los verbos que estas mujeres conjugan para hacer posible la solidaridad y el bienvivir.
Finalizamos nuestra campaña «En Confiar las mujeres son admiradas», y te invitamos a conocer a diez mujeres que representan a muchas otras que encarnan esos verbos y que hacen parte de nuestra plataforma solidaria.