Participación

La Gran Manta Nacional

Por 27 noviembre, 2020 diciembre 2nd, 2020 Sin comentarios

Pagamento en la Laguna de Tota para la limpia de la Manta a través de tradiciones ancestrales. Cortesía Matriz Lunar

«Cuando uno está bordando o tejiendo, está poniendo el pensamiento en eso que está haciendo; eso ayuda a transmutar el pensamiento y a pasar del dolor al sosiego, al perdón y a la tranquilidad»

El 25 de noviembre de 2020 se exhibió por primera vez en Duitama, Boyacá, la Gran Manta Nacional, construida durante la Juntanza de Bordado Nacional. La manta tiene más de 600 retazos de tela, tejidos a mano, sobre todo, por mujeres, y también participaron niñas, niños y hombres, quienes a través del bordado dijeron: ¡NO MÁS VIOLENCIA en Colombia!.

La iniciativa surgió en junio, durante el confinamiento por la pandemia. Matriz Lunar, Llankay Tejidos y La Mochila Infinita son las tres organizaciones que, desde Duitama, convocaron a las mujeres de Boyacá a sumarse a bordar en torno a reflexiones sobre las violencias de género, una problemática común en este departamento, que tiene las cifras más altas  en violencias contra las mujeres: en lo corrido del año en Boyacá se han notificado 2.582 casos sospechosos de violencia de género, el 68,7% por violencia física, el 15,8% por violencia sexual, el 8,9% por violencia psicológica y el 6,6% por negligencia y abandono.

«El proceso fue fluyendo tanto que creció a nivel nacional; se empezaron a sumar diferentes territorios de todo el país para manifestar su indignación contra toda la ola de violencias, que tuvo picos álgidos durante el confinamiento más estricto: masacres, desapariciones, asesinatos a líderes sociales y la violencia contra las mujeres que se agudizó en esta época», expresó Valentina Jaime Herrera, integrante de Matriz Lunar Boyacá.

En varios municipios del país se empezaron a juntar pequeños retazos tejidos que representaban los sentires, memorias, emociones y reflexiones de las personas alrededor de las violencias y su rechazo. Pero la idea de una manta grande que diera cuenta de la diversidad del territorio nacional surgió en el camino. Al ver la acogida que tuvo esta iniciativa, se decidió unir todas las mantas pequeñas y formar la Gran Manta Nacional.

Juntanza Bordado Nacional. 25 de Noviembre, Duitama, Boyacá.

Que su primera exhibición fuera el 25 de noviembre no es fortuito: «Ese día es importante por la manifestación en contra de la violencia hacia las mujeres y las niñas. Es un momento especial para tomarnos la palabra, el espacio público, alzar la voz con fuerza y mostrar este trabajo que se hizo con personas de todo el territorio, que manifestaron toda su desazón en contra de todos los tipos de violencias y a favor de la paz», añadió Valentina.

Y aunque son muchos los tipos de violencias rechazados y hay un grito generalizado por la paz del país, en este bordado colectivo tomó relevancia el mensaje en contra de las violencias de género, pues la mayoría de participantes son mujeres. Al ser culturalmente un trabajo feminizado, el tejido ha sido una herramienta de las mujeres para resistir, plasmar sus historias personales y la de sus pueblos a través de su propia visión, y de esta manera hacer memoria individual y colectiva, además, también ha sido un instrumento de sanación.

Nos dice Valentina: «Cuando uno está bordando o tejiendo, está poniendo el pensamiento en eso que está haciendo; eso ayuda a transmutar el pensamiento y a pasar del dolor al sosiego, al perdón y a la tranquilidad. Es muy potente y poderosa la capacidad de las puntadas para canalizar el pensamiento y convertirse en un proceso de sanación».

El recorrido de la Manta en la Juntanza de Bordado Nacional

La recolección de los tejidos estuvo acompañada de pequeñas juntanzas en diferentes lugares; se estima que aproximadamente participaron municipios de trece departamentos y desde allí se realizaron actividades alrededor del tejido y se armaron pequeñas mantas que fueron enviadas a Duitama.

El propósito es que la Manta pueda viajar por todos los lugares que participaron en su construcción. El inicio de su camino fue Duitama, desde allí se realizó un proceso de limpieza de la manta para prepararla para su recorrido. «Dentro de todo el proceso se hizo un trabajo de limpia de los bordados desde la medicina tradicional para armonizar todos los sentimientos y pensamientos que vienen comprimidos en la manta y de esta manera sanar esa carga». Además se hizo un pagamento en la Laguna de Tota, ofreciendo esta manta a esta gran matriz ancestral y pidiéndole permiso a los abuelos del  territorio para que la  manta pueda realizar un caminar por diferentes lugares y ayude en la sanación de territorios y personas por donde circule.

La Manta pasará entonces por varios municipios de Boyacá en donde Confiar tiene presencia, entre ellos Sogamoso, Paipa, Tunja y Chiquinquirá. Y aunque aún no está definida la ruta de la Manta (pues se concertará con las organizaciones participantes), sí existe claridad sobre los lugares en donde estará la Manta: Cauca, Bogotá, Santander, Cundinamarca, Quindío, Valle del Cauca, Nariño, Antioquia y Atlántico. Desde ya, la Gran Manta Nacional es un símbolo del esfuerzo colectivo, la capacidad de diálogo y la esperanza de que todo el trabajo por la erradicación de las violencias contra las mujeres va a dar sus frutos y podremos vivir una vida libres y en paz.

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