¿En qué va el Proyecto de Ley que reduce las semanas de cotización para pensión de las colombianas?

Por Cristina Hincapié Hurtado

El Proyecto de Ley que busca disminuir el número de semanas cotizadas para que las colombianas accedan más rápido a una pensión que les permita una vejez digna se presentó ante la Plenaria del Senado de la República en junio pasado. Aunque el proyecto fue objetado por el presidente Juan Manuel Santos, mujeres como Nadia Blel, senadora por el Partido Conservador, no se resignan a aceptar esta respuesta.

El Proyecto de Ley que buscaba reducir de 1.300 a 1.150 las semanas de cotización de las colombianas para acceder a la pensión pasó satisfactoriamente por la Cámara de Representantes y el Senado de la República durante el primer semestre del 2017, pero a la hora de dar el último paso, la sanción presidencial, el proyecto fue objetado, por considerarse inconstitucional e inconveniente.

El 26 de septiembre de 2017, después de recibir la noticia de la objeción, la senadora por el Partido Conservador Nadia Blel, presidenta de la Comisión VII y ponente de esta ley, recibió la designación hecha por el presidente del Senado de la República. Como miembro de la comisión de la accidental para estudiar las objeciones presidenciales, la senadora se encuentra estudiando uno a uno los argumentos planteados por el Gobierno para presentar nuevamente un informe a la plenaria del Senado para definir si se aceptan las objeciones presidenciales o si, por el contrario, se insiste en la necesidad de la iniciativa.

Para la senadora, “el propósito, objeto y razón de ser del Proyecto de Ley es subsanar las dificultades de las mujeres para acceder a una pensión como resultado del fenómeno histórico de la discriminación laboral de la cual son objeto”. Por eso quiso apostarle a la inequidad tratando de reducir el número de semanas que aportan las colombianas, pues  actualmente ellas tienen que haber cotizado más semanas por año que los hombres en el momento de cumplir su edad de jubilación. Si bien las mujeres pueden jubilarse a los 57 años, deben haber aportado el mismo número de semanas que los hombres (1.300) quienes cuentan con cinco años más para jubilarse y no se retiran del mercado laboral durante unos años para la crianza de los hijos.

La desigualdad entre hombres y mujeres se da porque no se tienen en la cuenta factores como la participación en el mercado laboral, que es distinto para las mujeres en nuestro país: todavía tienen el rol de cuidadoras, entre ellas son más altas la tasas de desempleo y de empleo informal y se retiran más pronto del mercado laboral.

Según Blel, los estudios e investigaciones en la materia dicen que las mujeres ganan en promedio 25 por ciento menos que los hombres, a pesar de contar en promedio con más años de escolaridad. La diferencia salarial puede alcanzar hasta el 40 por ciento entre hombres y mujeres casadas y con hijos.  A esto se suma que en los oficios del hogar se encuentran 5.3 millones de personas, de las cuales 5 millones son mujeres y estos son oficios mal pagados y que han tenido muchas dificultades para contar con el aporte requerido a salud y pensión.

“Cuando se requiere asumir actividades del hogar son las mujeres quienes sacrifican su tiempo y esfuerzo”, concluye Blel, y asegura que en Colombia, la tasa de desempleo femenina es más alta que la masculina y que las mujeres comprometidas (casadas o en unión libre) tienen episodios de desempleo más largos que los hombres en la misma condición.

Frente a la objeción del Proyecto por “inconstitucional e inconveniente”, la Senadora explica:

1. Es una violación del artículo 154 superior, en tanto establece un beneficio tributario sin el aval expreso del Gobierno.
2. Es una omisión en la garantía de sostenibilidad financiera, con una modificación al sistema pensional.
3. Es contrario a los principios de solidaridad y eficiencia que informan el derecho a la seguridad social.

A propósito, el Gobierno ha dicho que las iniciativas relacionadas con temas tributarios son de su competencia privativa, es decir que son normas de iniciativa gubernamental y, en consecuencia, deben contar con su consentimiento expreso. Esto es lo que jurisprudencialmente se ha denominado ‘aval de Gobierno’, aval que debe ser expedido por el Ministro de Hacienda. En este caso, la cartera ministerial se opuso a la norma estudiada y solicitó el archivo del Proyecto.

Sin embargo, las cámaras deben decidir si insisten en la iniciativa. De ser así, el Proyecto pasará a la Corte Constitucional y será allí donde se decida si el Presidente debe sancionar la Ley o si, por el contrario, debe declarar la inexequibilidad y la iniciativa continuaría archivada.

Para la Senadora, la disminución de 150 semanas para que las mujeres accedan a la pensión y a una vejez digna permite compensar las brechas entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.

Frente a la objeción del Proyecto por “inconstitucional e inconveniente”, la Senadora explica:

1. Es una violación del artículo 154 superior, en tanto establece un beneficio tributario sin el aval expreso del Gobierno.
2. Es una omisión en la garantía de sostenibilidad financiera, con una modificación al sistema pensional.
3. Es contrario a los principios de solidaridad y eficiencia que informan el derecho a la seguridad social.

A propósito, el Gobierno ha dicho que las iniciativas relacionadas con temas tributarios son de su competencia privativa, es decir que son normas de iniciativa gubernamental y, en consecuencia, deben contar con su consentimiento expreso. Esto es lo que jurisprudencialmente se ha denominado ‘aval de Gobierno’, aval que debe ser expedido por el Ministro de Hacienda. En este caso, la cartera ministerial se opuso a la norma estudiada y solicitó el archivo del Proyecto.

Sin embargo, las cámaras deben decidir si insisten en la iniciativa. De ser así, el Proyecto pasará a la Corte Constitucional y será allí donde se decida si el Presidente debe sancionar la Ley o si, por el contrario, debe declarar la inexequibilidad y la iniciativa continuaría archivada.

Para la Senadora, la disminución de 150 semanas para que las mujeres accedan a la pensión y a una vejez digna permite compensar las brechas entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.