Por Sandra Valoyes Villa
En 2018 el Bazar de la Confianza, la fiesta anual de la cooperación y la solidaridad, se llenó de espíritu femenino. Siempre las mujeres han estado vinculadas con el Bazar, sin embargo, este año estuvieron en el lugar más destacado. Las cerca de 22 mil personas asociadas, ahorradoras, beneficiarias y amigas de Confiar, que se dieron la cita, se encontraron de principio a fin con una fuerte presencia femenina.
De entrada las personas asistentes tuvieron la oportunidad de apreciar la exposición Los trabajos y los días: Mujeres trabajadoras, selección de concursos de fotografía realizados por la Escuela Nacional Sindical, y luego fueron testigos del protagonismo de las mujeres en cada uno de los lugares y focos de acción del Bazar, pues como lo explica Paola Cárdenas Arias, coordinadora del evento, «intencionamos que se visibilizaran propuestas donde fueran las mujeres las que lideraran grandes apuestas, y ellas estuvieron en todo: en teatro, en música, en circuitos económicos y organizaciones sociales”.
Y eso se notó, por cualquier lugar transitado se descubría alguna iniciativa artística, musical, organizativa, emprendedora o académica en la que las mujeres eran protagónicas.
«El universo es muy rico, pero las mujeres no siempre son partícipes de esa riqueza», dice la economista Alma Rosa Ocampo Pérez, asociada de Confiar, quien estuvo como invitada al conversatorio: La Economía ¡Con las mujeres!. Pese a esta afirmación de Alma, las mujeres son quienes, en resistencia, crean alternativas solidarias para la sobrevivencia y el bienestar de sus comunidades, y es porque «la economía solidaria hace parte de una construcción social, política, colectiva que es muy femenina. Por ejemplo, la banca comunal surge con un grupo de mujeres en la India», así lo recuerda, Ana del Carmen Galeano Escobar, integrante de la Corporación Fomentamos, también asociada de Confiar e invitada al conversatorio.
Entre tantas actividades propuestas en el Bazar, y que ya se configuran como tradición, por primera vez asistentes al evento se encontraron con el stand de Mujeres Confiar, un espacio que se propuso como escenario no sólo de visibilización de las mujeres, sino de identificación de las brechas de género que las afectan particularmente a ellas. Jenny Giraldo García, directora de Formación de Confiar y de Mujeres Confiar, cuenta que tanto las mujeres como los hombres que se acercaban a participar de los juegos interactivos dispuestos para la reflexión se impactaron, «sobre todo las personas jóvenes, al ver por ejemplo que en la historia del país tenemos cero presidentas, y a ellas y ellos, que les han tocado en su vida dos o tres presidentes, se imaginaron que quizá en el pasado, hace cincuenta o sesenta años pudo haber alguna mujer en este cargo».
Este stand estuvo acompañado por dieciséis empleadas de Confiar que hoy se convierten en importantes voceras y aliadas de esta estrategia de comunicación, formación y participación, que busca hacer visible el trabajo de las mujeres que aportan a la transformación del mundo y brindar herramientas para el empoderamiento femenino y la igualdad de género.
