«Con mayor o menor trayectoria y desde diversas perspectivas, las autoras de Mujeres que cuentan, en uso de la palabra se sitúan en contextos determinados y sitúan al lector ante distintas realidades. El conjunto reúne estremecimientos del vivir. La vida se mueve en estas páginas como en una gran ciudad, una playa, una estación o un puerto, una solitaria habitación. Se mueve a tenor de la muerte. Entre unas y otras miradas y escrituras se percibe un país como cualquier otro, interioridades, sensibilidades, inquietudes distintas y diversas. Estilos y huellas particulares. Experiencias de mundos vividos o perdidos. Zonas de peligro o inquietantes sorpresas y perplejidades».
Luz Mary Giraldo en el prólogo de Mujeres que cuentan
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