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Cuatro libros escritos por mujeres diversas para disfrutar cualquier día del año

Colaboración de: Laura Giraldo García
Asociada a Confiar

Ensayos, novelas, poemas y cuentos, escritos por mujeres lesbianas, trans, travas o travestis. Estas cuatro escritoras encontraron en la literatura un medio para compartir sus experiencias de vida y sus visiones sobre cómo entender el mundo a partir del respeto a la diversidad.

1. Crianzas, historias para crecer en toda la diversidad – Susy Shock (Ed. Muchas nueces. Argentina. 2016)

En este libro, que se mueve entre la narración y la ilustración, Susy Shock entrega su faceta como la tía de Uriel, pero no cualquier tía, como ella misma lo expresa, sino su tía trava (una forma en que se nombran las travestis en Argentina). Crianzas es una recopilación de textos que invita a abrazar la niñez y que ofrece compañía para criar niñxs trans en medio de una sociedad plagada de odio hacia lo que se ve como raro o diferente. Las historias de este libro son diálogos y confrontaciones constantes con la escuela, sus maestrxs, el vecindario, las familias; son la insistencia de esta tía poeta, artista y trava para que la sociedad le sea a su sobrino, a sus amigxs y a todxs lxs niñxs un lugar menos violento y más feliz. Es también un diálogo con Uriel y con la niñez (o esa forma más bella venida del portugués que es la palabra crianças, para referirse a niños y niñas) para sembrar en ellxs la semilla de no temerle a ser quien se construye y se afirma tras el paso de cada día. Es, en últimas, un abrazo, un canto, un llamado de los que se hacen con megáfono:

“- Ahora sí. ¿Y hay policía en ese país, tía?
– En este no, porque no es necesario. Porque si cada uno y cada una anda, meta entretenido buscándose y queriendo ser eso más hermoso y personal que se le viene en ganas en ser, no se anda perdiendo el tiempo en joderle la vida al otro, pretender la vida que vive el otro, etcétera, etcétera. Entonces la policía no existe.
– Escuchame, tía.
– ¿Qué Uriel?
– ¿Y queda muy lejos ese país? ¿No podemos ir algún día a conocerlo?
– Ay, mi querido niñito, ese país es un sueño y, como dice el poeta, es la razón que nos hace vivir…”

 

2. Las malas – Camila Sosa Villada (Tusquets Editores. Argentina. 2019)

La tía Encarna, Brillo en los ojos, María, Natalí, Camila… son algunos de los personajes de Las malas, una novela escrita en el año 2019 y que, de manera autobiográfica, nos acerca a la vida y a la realidad que afrontan diferentes travestis en la sociedad argentina, particularmente las que habitaron en algún momento la Plaza Sarmiento en Ciudad de Córdoba. Sus cotidianidades se enmarcan tanto en el espacio público como en el privado porque, además de retratar el oficio de la prostitución que ejercen en esta plaza, también nos invita a conocer qué pasa con ellas al interior de sus hogares, en especial el de la Tía Encarna, una travesti que tiene como bandera la acogida. Con ciertas imágenes surrealistas, adentrarse a Las malas es encontrarse con mujeres rotas, que se reconstruyen a medida en que se nombran, se bautizan para el mundo travesti y se narra su existencia, aquella que puede ser tan propia como tan colectiva

“Me preguntaron cómo era ser travesti en un pueblo y yo contesté que era fatal, que era igual a morirse, pero que no había nada más alucinante en el mundo. Ser única, eso era alucinante.”

3. Chicanas deslenguadas: vivir en la frontera – Gloria Anzaldúa (Palapa Editorial. México.)

Leer a Gloria Anzaldúa es encontrarse con las fronteras, con el habitar en las orillas y con la ambivalencia de (no) pertenecer a un lado y al otro. Chicanas deslenguadas: vivir en la frontera es una recopilación de ensayos y poemas donde es posible caminar entre las fronteras que ella habitó habiendo nacido y crecido en Texas y moviéndose entre culturas y lenguajes mexicanos y estadounidenses.

Su narrativa es una reflexión profunda sobre las marcas que deja ese habitar fronterizo en los cuerpos y las vivencias de las mujeres (las negras, las lesbianas, las indígenas) en su historia y las construcciones con su lenguaje y su escritura. Esto último es relevante en sus relatos, pues para Gloria escribir fue la forma de hacerse a un mundo propio cuando el que la rodeaba se le hacía tan ajeno, fue el cultivo de sus propias raíces.

“¿Por qué me siento tan obligada a escribir? Porque la escritura me salva de esta complacencia que temo. Porque no tengo otra alternativa. Porque tengo que mantener vivo el espíritu de mi rebeldía y de mí misma. Porque el mundo que creo en la escritura me compensa por lo que el mundo real no me da. Al escribir, pongo el mundo en orden, le doy una agarradera para apoderarme de él. Escribo porque la vida no apacigua mis apetitos ni el hambre. Escribo para grabar lo que otros borran cuando hablo, para escribir nuevamente los cuentos malescritos acerca de mí, de ti. (…) Y escribiré todo lo inmencionable, no importan ni el grito del censor ni del público. Finalmente, escribo porque temo escribir, pero tengo más miedo de no escribir.”

Del texto Hablar en lenguas: una carta a escritoras tercermundistas.

4. Esta boca mía – Patricia Karina Vergara Sánchez (blog: http://estabocanecia.blogspot.com/)

El blog de Karina Vergara Sánchez Esta boca mía comienza advirtiendo que allí lo que se encuentra es poesía lesbofeminista y de esta manera abre las puertas a toda su creación poética, erótica y política. De forma generosa, Karina nos acerca a sus poemas desde el año 2011 hasta ahora. Estos se han difundido a través de libros como Cuadernos de poesía crítica (volumen 115) y en su mismo poemario Indómita Versa del año 2018.

Su poesía es aquella que denuncia, que revela la inconformidad de una mujer, de muchas mujeres que están cansadas del mundo occidentalizado, heterosexual y patriarcal; en sus poemas está la fuerza del lesbianismo como vivencia política que resiste y, a la vez, exige transformar aquello que por años se ha callado y que, ahora, más que decirlo, hay que gritarlo y escucharlo resonar.

Palabra (fragmento)

Mi palabra es la que late con nuestras voces.
El canto sencillo de la niña,
el aullido de la madre,
la furia contra el canalla.
Esas cosas que a ellos no les importan,
mucho menos les significan. 

Soy, apenas, un grito en la marcha,
un verso pintado en la pared de una villa,
una lectura con el megáfono en la boca,
un acto callejero de quien busca sanar,
el alarido de una garganta agotada.


Laura Giraldo García es licenciada en Humanidades, Lengua Castellana, magister en Educación y Derechos Humanos, maestra de bachillerato, feminista y asociada a Confiar. Fue coordinadora de proyectos y moderadora de tertulias literarias en CorpoZuleta.

Un amor de su vida es Miel, su gata, disfruta leer, conversar, tomar café y ver atardeceres.

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