Profesional en química, madre de Gabriela y con la perspectiva de contribuir a solucionar el problema de drogas en Colombia, Angélica Ríos Rodríguez se convirtió en la primera mujer delegada de la Cooperativa Confiar en Pereira.
Angélica Ríos Rodríguez nació en Bogotá, pero desde hace 14 años vive en Pereira. Su sueño, desde que era estudiante en la Universidad Nacional, era trabajar para la Fiscalía, y allí pudo realizar su práctica profesional. Gracias a su buen desempeño y al anhelo de desarrollar una carrera en esa institución, Angélica fue nombrada como profesional en química con el cargo de perito en el análisis de drogas, en el área de estupefacientes para Pereira, y no dudó en cambiarse de ciudad.
Ya son más de 13 años en ese cargo, y la experiencia de vivir en Pereira ha sido para Angélica muy significativa, pues este es el lugar que la ha acogido y en donde consolidó las bases de su vida y su familia. «Inicialmente mi estabilidad laboral fue lo que me motivó a estar acá, pero yo me amañé en esta ciudad por la calidez de la gente, la calidad de vida, la tranquilidad, y finalmente porque hice un arraigo, una familia y unos vínculos sociales que me permitieron tener una vida más allá de lo laboral».
Y es que para Angélica los vínculos con las personas son muy importantes; ella tuvo la fortuna de conocer a su esposo en la iglesia donde ambos se congregaban y cuenta que «es muy importante cuando existe cierta afinidad espiritual con una persona, y fue lindo porque teníamos muchas cosas en común, él también es de Bogotá y decidimos casarnos en el 2011 y dos años después nació nuestra hija Gabriela; entre los tres tenemos una vida muy agradable».
Aunque su etapa de embarazo fue complicada en términos de salud, hoy agradece poder contar con la fortuna de disfrutar la vida de su hija. «Fueron momentos muy difíciles pero hoy en día lo veo como una experiencia espiritual muy fuerte porque nos sobrepusimos y lo superamos, y desde ese entonces Gabriela ha sido una niña muy sana».
De sus facetas personales se destaca la sensibilidad que Angélica tiene por las causas sociales; uno de sus proyectos a futuro es «encontrar una alternativa biológica para la erradicación de cultivos de coca, pues llevo más de 14 años en la Fiscalía y quisiera tener un impacto más alto en la sociedad, aportar para que no haya esa crisis tan dura que Colombia tiene con la producción de drogas ilícitas».
Para Angélica este proyecto es muy importante porque sabe que los cultivos de uso ilícito son fuente de financiación de muchos grupos armados; la alternativa biológica para la erradicación se centra en el desarrollo de un hongo, pues ella es consciente del grave impacto que genera el uso del glifosato en la salud de las personas, en la tierra, en los animales y en el agua.
Confiar en Pereira
Esa misma sensibilidad social es la que ha hecho que Angélica haya decidido ser parte de una Cooperativa Financiera como Confiar en lugar de estar en el sistema bancario tradicional. «Fui una de las primeras asociadas en Pereira, desde hace más de 10 años cuando aún no teníamos agencia acá, y vi el crecimiento de Confiar en esta zona. Con los años he entendido las ventajas de hacer parte de una Cooperativa que se ha convertido en el respaldo para la realización de muchos sueños, al ver que Confiar apoya tanto a los asociados y por mi curiosidad de querer conocer más de los procesos sociales fue que decidí lanzarme como candidata para ser delegada».
En su trabajo como delegada Angélica considera importante lograr que la base social de Pereira tenga mayor cercanía al proyecto de economía solidaria y cooperativista de Confiar. «Yo era la única candidata mujer que se había presentado y fui electa como la primera delegada mujer en Pereira, tengo una responsabilidad y quiero hacer el mejor trabajo posible». Para esta empresa, ella resalta la utilidad del diplomado de la Escuela Confiar sobre Ejercicios Políticos Cooperativos, gracias a los aprendizajes sobre cómo articular las estrategias de Confiar para hacer del bienvivir una posibilidad real en su territorio y fortalecer el cooperativismo en esta zona.
Con esa intención Angélica colabora activamente en la Asociación de Recuperadores Punto Verde que es una iniciativa de economía solidaria para las personas que comercializan material reciclable. Punto Verde ha crecido gracias a que existe una relación comercial directa con los recuperadores del material, eliminando los costos de los intermediarios, esto significa que sus ingresos mejoran bajo la cobertura de la asociación.
Adicional a generar un beneficio económico a Angélica le interesa el bienestar social de los y las integrantes de la asociación; es por ello que reconociendo la falta de oportunidades y la estigmatización que recae sobre quienes reciclan, ella proyecta que puedan vincularse a Confiar y empezar a realizar proyectos de vida individuales gracias a la perspectiva que brinda el ahorro con la posibilidad de tener planes y cumplir sueños.