Cultura

Amamantar, lactar, dar teta, alimentar

Por 10 agosto, 2022 agosto 11th, 2022 Sin comentarios

Por María Paula del Pilar Ramírez
Comunicadora Gestión Humana Confiar

 

Esta intimidad la vive la mayor parte de la humanidad cuando apenas se llega al mundo. Dar de comer a través los senos es mucho más que eso: es ofrecer el mejor alimento al bebé, es tener una conexión protectora y profunda.

A propósito de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebró entre el 1 y el 7 de agosto, reconocer y visibilizar la importancia de este tema del que poco se habla porque “es cosa de mamás”, es una responsabilidad social.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la leche materna brinda diversos beneficios al bebé, porque promueve el desarrollo físico y cognitivo, reduce el riesgo de contraer algunas enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación en la edad adulta. Además, los primeros días, antes de que suba la “verdadera leche”, es muy valioso que sean amamantados por el calostro, la primera leche que producen las madres. Esto aumenta las defensas inmunitarias y es suficiente como primer alimento. Es bajo en grasas, es perfecto para iniciar su desarrollo del mejor modo posible, porque es el comienzo de la creación del sistema inmunitario.

Este proceso, tanto para la madre como para el bebé, es un momento significativo de mucha intensidad. “Es una conexión imposible de explicar y nadie la va a sentir. Es muy hermoso, porque se siente ese cordón umbilical que no se suelta entre la mamá y el hijo. En realidad, el destete es para una como mamá, no tanto para ellos. Ya llevo tres días sin amamantarlo y ha sido triste porque me siento un poquito como en lejanía”, cuenta conmovida Adriana Quintero, trabajadora de Confiar.

Ahora bien, teniendo en cuenta que es sumamente importante la lactancia materna, el tema no acaba aquí. Las madres no son solo madres. Ahora son madres trabajadoras. ¿Qué pasa con las mujeres qué deben trabajar mientras sus hijos/as están en casa?

Según el Código Sustantivo del Trabajo, en capitulo V, Protección a la maternidad y protección de menores, en el Artículo 238, dice que “El empleador está en la obligación de conceder a la trabajadora dos descansos, de treinta (30) minutos cada uno, dentro de la jornada para amamantar a su hijo, sin descuento alguno en el salario por dicho concepto, durante los primeros seis (6) meses de edad”.

También decreta que “Para dar cumplimiento a la obligación consagrada en este artículo, los patronos deben establecer en un local contiguo a aquel en donde la mujer trabaja, una sala de lactancia o un lugar apropiado para guardar al niño”.

La lactancia materna no solo es cosa de las madres; “la familia entera, las instituciones deben brindar apoyo en el proceso. Muchas mujeres desisten de seguir lactando a sus hijos porque en sus trabajos no tienen un lugar para extraer la leche y es que en el baño no se come, es incómodo para ellas porque entra gente todo el tiempo y es entendible que no quieran llevarle a su bebé una leche extraída en un baño. Este proceso debe conectarse hasta con los compañeros/as, si la madre necesita lactar, que exista ese apoyo de cubrirla en su ausencia y pueda tener ese espacio en tranquilidad”, afirma Diana Londoño, nutricionista, dietista y asesora de lactancia de Cunamar, organización aliada de Confiar.

El empoderamiento de la familia, de las instituciones y compañeros/as de trabajo, permite que ese acompañamiento dé seguridad a la madre y que haya una lactancia exitosa. De igual forma, durante el aprendizaje, las mujeres podrán tomar decisiones informadas.

En Confiar, consecuentes con la responsabilidad que tenemos con el equipo humano, brindamos a las madres y a los padres diferentes beneficios en esta etapa. Las personas que estén en este proceso reciben un auxilio por nacimiento de 1 SMLV, dos charlas – asesoría con Cunamar, organización al servicio de la mujer gestante, y un apoyo constante por gestión humana.

Nuestro compromiso con las familias en Confiar

Además, en Confiar contamos con una sala de lactancia con los implementos necesarios para la comodidad de las mujeres trabajadoras que estén en etapa de lactancia. “El espacio es excelente, es súper confortable, la comodidad del sillón, los utensilios, es silencioso y podía llamar a mi bebé, que es una estimulación para la lactancia. Me permitía esa privacidad necesaria, y lo mejor es que podía sacar el espacio sin problema”, afirma, Adriana Quintero.

“Una organización se debe pensar un programa de bienestar que incluya acompañamiento en la preparación desde que la madre está gestando hasta su post parto para brindar ese acompañamiento a madres y padres como talento humano que debe ser valorado”, dice, Diana Londoño de Cunamar.

Ahora que se entiende la importancia de la información, del apoyo familiar, organizacional y de las redes de apoyo, ¿qué pasa si una mujer no puede o decide no amamantar? Si bien la leche materna es muy beneficiosa para el bebé, es importante contar con que este también es un acto que involucra el cuerpo de las mujeres, su salud física y mental, por eso también debemos comprender que en ocasiones la lactancia materna no es posible, sin juzgar esta decisión. Y en estos casos, las redes y el apoyo son igual de importantes.

Cuando un bebé no recibe leche materna, la información es igual de valiosa, quizás más, porque debe estar bien alimentado para asegurar su salud en el corto, mediano y largo plazo. Una madre debe conocer con detalle qué le debe suministrar a su hijo o hija para suplir los nutrientes ya mencionados de la leche materna y, además, debe desarrollar otras estrategias de vínculo para esos primeros meses. Eso es lo realmente importante en cualquiera de los dos casos. Y además, es posible.

 ¿Cómo podemos apoyar a una madre o familia cercana que está en este proceso?

Traer un bebé al mundo, es más complejo de lo que parece. La comprensión y la escucha son esenciales para esta etapa en la vida de una madre. Así como es un proceso bonito y asombroso, también pueden presentarse el miedo y la culpa; y en algunos casos, depresiones post parto, sensación de soledad e impotencia. Así que no solo preguntemos: ¿cómo va ese bebé?; también empecemos por preguntar: ¿cómo se siente esa nueva mamá?

Desde Mujeres Confiar te invitamos a informarte y a ser consciente de la importancia de acompañar y apoyar a las mujeres lactantes que hay y habrá alrededor de tu vida; además, a exigirle a las empresas apoyo para las mujeres lactantes, salas dignas, tiempos suficientes. La ley pone unos mínimos, pero lo demás suma en este proceso que, como ya hemos dicho, puede ser tan bello y grato como difícil. Si no eres tú esa mujer que en algún momento de su vida va a amamantar, lactar, dar teta o alimentar –como sea que te guste decir–, seguramente a tu lado habrá una hermana, una prima, una amiga, una compañera de trabajo… u

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