Por Sandra Valoyes Villa
Luego de la firma en 2016 del Acuerdo para la terminación del conflicto entre el Estado colombiano y las FARC – EP, se creó la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV), una institución estatal que instala las bases de la verdad de lo ocurrido en el conflicto armado y pretende garantizar la no repetición de los hechos que marcaron décadas de enfrentamientos entre actores armados legales e ilegales y que dejaron millones de víctimas en el país.
La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad que tendrá una duración de tres años contados desde el mes de noviembre de 2018, no se encargará del juzgamiento, ni de la reparación a las víctimas, más bien se ofrece como una «guía para el camino hacia la comprensión del pasado, la incidencia en los conflictos del presente y la imaginación de un futuro mejor» Comisión de la Verdad.
Para tal fin, contempla una dimensión Cultural y Artística y otra Socio-Histórica; además de ocho enfoques entre los que se encuentra el de Género, que según Alejandra Miller Restrepo, comisionada de la CEV, se incorpora «debido a una larga lucha del movimiento de mujeres en el Acuerdo de Paz y en el decreto 588 de 2017, que es el que crea la Comisión y por el cual se plantea el grupo de género para asegurar que todas las acciones de la Comisión en términos de esclarecimiento, de reconocimiento y de convivencia, garantice las voces y la participación de las mujeres, y entregue las recomendaciones al Estado colombiano para que estas violencias estructurales contra las mujeres, generadas en el marco del conflicto armado, no se vuelvan a repetir nunca más».
Para nadie es un secreto que las mujeres han sido una parte importante de las víctimas en el conflicto armado colombiano, configurando hoy 4.205.808 víctimas según las estadísticas del Registro Único de Víctimas (RUV). Lo que sí es poco conocido son los impactos en la vida de las mujeres y en las comunidades LGBTI con el transcurrir la guerra. Entre los hechos victimizantes que más han afectado a las mujeres, se encuentran, sin duda, los delitos contra la integridad sexual, 24.861 ocurridos contra ellas, es decir el 91% de los casos registrados en el RUV. Sin embargo, el desplazamiento forzado y otras formas de violencia en el conflicto armado que han afectado tanto a mujeres como a hombres, deberán ser analizados de manera diferencial para lograr una comprensión de su impacto por razones de género y saber cómo esto afectó tan distinto a mujeres y a hombres.
Bajo el enfoque de género, la Comisión de la Verdad aportará al reconocimiento de las violencias ejercidas por actores armados contra las mujeres y las niñas, y esclarecerá los patrones de violencia a las que fueron expuestas, desde el reconocimiento de la dignidad de las personas y el de la responsabilidad de los perpetradores.
Las mujeres y la verdad
En 2013 la Ruta Pacífica presentó la Verdad de las Mujeres, un compendio de mil testimonios de mujeres recepcionados en todo el país, que da cuenta de las vivencias y afectaciones de estas colombianas durante años de conflicto armado. Este gran documento pasó un tiempo por la Mesa de negociación entre el gobierno y las Farc-Ep, por el Ministerio de Justicia por momentos de expedición del decreto ley 588 con el cual se creó el grupo de género en la CEV, y luego por la Corte Constitucional, donde finalmente se aprobó esta institución para el esclarecimiento de la verdad.
La Comisión de la Verdad pretende recopilar 20.000 testimonios en todo el país. Por ahora, la Ruta Pacífica de las Mujeres aportará 1.500 testimonios de mujeres víctimas del conflicto armado en Antioquia, Cauca, Eje Cafetero, Putumayo y Valle del Cauca.
Pero, ¿qué de distinto se puede encontrar cuando las mujeres tienen la posibilidad de la verdad? La abogada, Marina Gallego Zapata, coordinadora nacional de la Ruta Pacífica cree que la diferencia está en «una narrativa desde la cotidianidad, y eso ayuda a ver cómo impactó ese conflicto la vida cotidiana, familiar, social, comunitaria, y cómo afectó a una población tan extensa que son las mujeres».
Las Comisionadas de la CEV
Los y las comisionadas de la CEV fueron seleccionadas por convocatoria pública donde participaron en su elección un Comité de Escogencia compuesto por personas expertas de Colombia y otros países del mundo. La Comisión de la Verdad quedó integrada por cinco comisionadas de once en total, además tiene una política interna de género, otra contra el acoso sexual y una guía de abordaje en casos de violencia sexual.
El grupo de mujeres comisionadas está compuesto por Alejandra Miller Restrepo, quien es economista y magíster en Estudios Políticos y fuera coordinadora de la Ruta Pacífica de las mujeres en el Cauca. También se encuentra Ángela Salazar Murillo, conciliadora en equidad y defensora de los derechos de las mujeres. Como lo consigna la Comisión de la Verdad «su compromiso es hacer visible la verdad del pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero».
También integra el equipo de comisionadas de la CEV, Lucía González Duque, arquitecta, quien fuera directora del Museo Casa de la Memoria de Medellín; Marta Ruiz Naranjo, una periodista con experiencia en el cubrimiento del conflicto armado colombiano y Patricia Tobón Yagarí, abogada, especializada en Derecho Constitucional, indígena emberá que ha documentado la vulneración de los derechos humanos en los territorios indígenas.