Por Jenny Giraldo García
Con Sandra Suárez inauguramos Ella es, una entrevista a través de Twitter con la que queremos conocer mujeres que, desde diferentes redes sociales y herramientas digitales, aportan al empoderamiento femenino y a la construcción de otros mundos posibles.
Sandra baila, escribe, hace radio, acompaña a crecer a su hija, ama, pregunta y opina. Su cuenta en Twitter es @SandSuarez. Tiene un excel en el que lleva el registro de los feminicidios en Colombia y aunque hay temas de los que no habla porque prefiere cuidarse, hay otros en los que no se callará y las redes han sido plataformas para ejercer su derecho a la libertad de expresión.
¡Bienvenida, Sandra! Nuestra primera invitada a Ella es. ¿Qué te dice el nombre de nuestra plataforma: Mujeres Confiar?
Gracias, estoy muy contenta de ser la primera. Mujeres Confiar suena a todo lo que uno espera de la forma en la que deberíamos relacionarnos.
¿Y cómo defines la confianza?
Difícil la pregunta. La confianza puede ser el pacto que tengo con otro humano, también la fuerza para hablar y exponerse.
¿Y en qué o en quién confías? ¿Qué hace que puedas confiar en otro?
Confío en que uno se puede equivocar, en que se puede cambiar de opinión y de formas de actuar. Yo considero que fui criada para desconfiar y es algo en lo que estoy trabajando. No todo el mundo pretende dañarlo a uno, se puede construir con otrxs.
Bueno, una cosa es desconfiar y otra el derecho a la sospecha o a la pregunta, ¿algo particular que te genere desconfianza?
Todas las frases que comiencen con «no soy machista (racista/clasista) pero…», el «Cómo Voy Yo» y todos los correos donde me pidan contraseña.
¿Cómo crees que podríamos propiciar un mayor ambiente de confianza entre mujeres? (Pregunta de Yanneth Santamaría, @yasarita)
Creo que hay que dejar de escuchar frases tipo: «las mujeres son peores con las mujeres» y mirar bien a las otras.
Con una hija de 7 años, ¿mejor ser madrugadora o trasnochadora? (En esta entrevista te trasnochamos…)
Ambas. (Tiene 8 años). Molesto con lo de trasnochar porque pasé 15 años con insomnio. Ahora soy feliz de nuevo.
Una historia, la de una mujer que haya cambiado su mundo. (Pregunta de Cristina Hincapié, @crishpie)
La hermana de mi marido, @Marielarubiano. Su historia de vida es increíble, fue la que apoyó a Fabio en sus inicios en el teatro. Acompañó y cuidó a su mamá hasta el último día con una dedicación única y todavía le alcanza el amor para darme a mí.
Hablemos de TIC. ¿Ves cambios en las posibilidades de juntarnos (las mujeres) con estas herramientas?, ¿nos acercan?
Sí, sí, sí. Hay muchas mujeres moviéndose para trabajar juntas y esto, a pesar de lo que digan, es una herramienta poderosa. Hay fundaciones contra la violencia de género, mujeres que acompañan a otras a abortar, otras que visibilizan realidades.
¿Qué has encontrado de positivo en Twitter en estos años de usarlo?
Hay comunidad. A veces es como un bar con borrachos peleando, pero también hay redes y gente valiosa. He cambiado de opinión aquí.
Hace poco tuviste la cuenta protegida, ¿qué pasó?
Hay momentos en los que uno debe protegerse de más y para eso existen las herramientas de Twitter. Hablar en voz alta sobre temas que pisan callo, como futbolistas que son presuntos violadores o corruptos de derecha, genera fricción. Y no es que le huya a la confrontación. Pero sí al ejército de trolls que solo se dedican a insultar, hay que hacerse un ambiente tranquilo. Bloquear, silenciar y denunciar no lo hace a uno menos.
A propósito, hay una estrategia de la Fundación Karisma (@karisma): #AlertaMachitroll. ¿Crees que hay machismo en internet y en las redes?
(¡Conocí a Karisma el fin de semana!) Sí, hay machismo, como en la vida 1.0. Aquí a veces más, por esos seres que se las dan de interesantes. Esa es una de las razones por las cuales sigo aquí. Después de cien mil tuits de fútbol, política y género no me pueden callar.
En el caso tuyo, ¿hay autocensura?, ¿de qué no hablas?
Cerré el tema fútbol, con mucho dolor en mi corazón. Cosas del deporte sumadas a las reacciones de los hinchas me llevaron a eso. Aunque eso no los detiene de ‘putearme’. Jeje.
¿Y con la política te pasa lo mismo?
Con política es chistoso, siempre creen que uno le está haciendo campaña a otro. Les da una embolia cuando uno critica a Petro y a Peñalosa. El ambiente está tan polarizado (perdón por la expresión tan trillada) que hay que hacer el trabajo de exponerlos a todos.
Cambiemos de tema… ¿qué pasa con el título de abogada?
Mamá, ¿es usted? :’) :’) :’) :’) :’)
Me ha costado graduarme, en parte porque no quiero ejercer como abogada. El derecho aquí está encaminado a crear conflictos/procesos y no conciliación, es parte del problema de la justicia. En un consultorio jurídico, llevé un caso de una deuda muy pequeña en la que terminé quitando un televisor dañado y una nevera vieja. El sistema y la realidad desmotiva a cualquier estudiante de derecho. Además, está hecho para mantener las cosas como están. No quiero eso.
Y entonces, ¿cómo es ejercer el derecho en el día a día?
El derecho es pura matemática, pura lógica. Eso toca usarlo todos los días. Por otro lado, le da a uno una visión distinta de las cosas. Con el derecho he ayudado a personas aquí, he escrito sobre temas que me interesan y hasta le he dado la pelea de frente a fundaciones que protegen a alcaldes.
Hablemos del excel, ¿para qué?, ¿cómo empezó?, ¿qué te imaginas que pueda pasar con eso?
El excel se llama «nos queremos vivas». La violencia de género a veces es tomada como un mito; una vez, después de que mataran a Claudia Rodríguez en el Centro Comercial Santa Fe y después de ver a tantos hombres diciendo que a ellos también los mataban, decidí comenzar con una búsqueda sobre qué tantas mujeres eran víctimas por su género según los medios y la Fiscalía, y qué tantos hombres. Nunca se sintió tan mal tener la razón. Nos están matando por ser mujeres, porque hay hombres que nos ven como cosas.
¿Es un excel colaborativo? ¿Todas podemos participar?
Hasta ahora es ‘chinomático’, o sea, soy yo rastreando información, llenando el cuadro y llorando a veces por tanta cosa. Paralelo a eso estoy haciendo dos mapas georreferenciados (¿se dice así?) uno con condenas y otro con hechos que podrían tipificarse como delitos. Toda la ayuda es bienvenida. Esta labor a veces es muy solitaria. Ojalá un día nos escucharan y vieran que, a pesar de la ley Rosa Elvira hay muchos funcionarios sin educación en género, miedosos de tipificar los feminicidios. Hay muchos periodistas que siguen titulando “La mató por amor» o «crimen pasional». Yo no sé en qué puede terminar el cuadro, sé que es agotador.
Y entonces, ¿qué hay que transformar para cambiar esas cifras?
Me da miedo decirlo. Creo que la ley Rosa Elvira Cely tiene una falla. Creo que a los senadores NO les importa la violencia de género. En el anterior debate que se dio en el Congreso había un montón de mujeres debatiendo solas. Y las instituciones se tienen que comprometer con la ley. Ninguno la cumple, porque no les importa. Basta con ver la sentencia de Yuliana.
Ya que mencionas el miedo, no dejemos por fuera esta otra pregunta: más allá de la censura o el rechazo, ¿has sentido miedo por sentar y defender tu punto de vista con firmeza? (Pregunta de Yanneth Santamaría, @yasarita)
Un par de veces, meterse con políticos es como meterse con matones. Hay que tener buenas contraseñas y a la familia alejada de las redes.
Vamos cerrando esta conversación… ¿Una razón para confiar en Sandra Suárez?
Creo que con el paso de los años le he perdido el miedo a contradecirme y a aceptar mis errores. Hay que confiar en quienes nos equivocamos.
Un test de gustos
Una cantante o compositora que te guste mucho
Una santandereana, María Cristina Plata (@mariacrisplata). Una reggaetonera, @KarolGmusic.
(Aquí, la recomendación musical de Sandra)
Una escritora de cualquier género que te encante leer y nos quieras recomendar.
Una caleña poderosa, Pilar Quintana (@pili_quintana), que acaba de lanzar libro: La perra. No solo es buena escritora y profesora sino gran ser humano.
(Más sobre La perra)
Una película de esas que se pueden repetir.
La doncella, de Chan-Wook Park. El cliente de Asghar Farhadi. Cualquiera argentina, cualquiera iraní. ¡Qué gente para saber hacer cine!
Gracias por esta hora y media de conversación, por hacer parte de las Mujeres Confiar de este país. ¡Un gran abrazo!
Gracias por la confianza y el espacio. Fue divertido y espero leer a las que vienen después de mí, que seguro serán más interesantes…